Contratar no basta: hay que poder transportarla
El Programa de Licitaciones 2025–2029 define con precisión cuánta potencia se incorporará y cuándo. En total, más de 1.300 MW de nueva capacidad entre 2029 y 2036: un salto significativo para el sistema panameño.
Sin embargo, mientras los procesos avanzan, la red de transmisión —las “autopistas” eléctricas que llevan energía desde las plantas hasta los hogares e industrias— opera cerca de su límite. A mediados de 2025, el Sistema Interconectado Nacional (SIN) contaba con tres líneas troncales (230 kV / 115 kV) y 18 subestaciones con muy poca holgura.
La situación ya se traduce en un cuello de botella que frena nuevos proyectos de generación y compromete la transición energética. Con una demanda en crecimiento y mayor participación de fuentes renovables, reforzar y expandir la red de transmisión es urgente para evitar sobrecargas y apagones en los próximos años.
Planes ambiciosos, red rezagada
El cronograma de licitaciones abre oportunidades importantes en cuatro frentes: nuevas renovables, reconversión térmica, generación solar y eólica a corto plazo, y proyectos híbridos con almacenamiento. Todos necesarios. Todos estratégicos.
Pero ninguno garantiza, por sí solo, que la energía adjudicada pueda circular sin restricciones. Sin capacidad de transmisión, parte de esa energía simplemente no llegará a destino.
Plan de Expansión del Sistema Interconectado Nacional
La Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) reconoce el desafío. Por eso, sometió a consulta pública el Plan de Expansión del Sistema Interconectado Nacional 2025–2039 (PESIN), que definirá las inversiones clave en infraestructura para los próximos 15 años.
Entre las prioridades figura un proyecto largamente postergado: la cuarta línea de transmisión.
La cuarta línea que no arranca
La llamada “cuarta línea” —317 km a 500 kV entre Chiriquí Grande y Panamá III— está diseñada para aportar hasta 1.280 MW de capacidad de transferencia, aliviando la congestión entre el occidente y el centro del país.
Pero el proyecto sigue paralizado. A finales de 2024, ETESA retiró su propio Estudio de Impacto Ambiental (EIA), interrumpiendo el trámite ante el Ministerio de Ambiente. La obra enfrenta obstáculos financieros, técnicos y sociales que la mantienen en suspenso.
Las consecuencias ya se sienten. El gerente de ETESA advirtió que, de no concretarse, Panamá podría revivir una situación crítica como la de 2013, cuando la tercera línea aún no entraba en servicio y la generación superó la capacidad del sistema existente.
La cuarta línea es clave para asegurar confiabilidad en el suministro. Pero su cronograma sigue sin una fecha clara.
Refuerzo inmediato: repotenciación de las líneas existentes
Ante esta incertidumbre, ETESA optó por una solución más inmediata: la repotenciación de las líneas 1 y 2. Estos corredores —operativos desde hace más de 60 años en el caso de la línea 1— están siendo modernizados con conductores de mayor capacidad, sin necesidad de abrir nuevas servidumbres.
El objetivo: sumar alrededor de 1.000 MW de capacidad de transferencia adicional en el corto plazo. Según la empresa, los proyectos ya fueron adjudicados y se encuentran en ejecución. Esta mejora permitiría ganar de 3 a 4 años de margen operativo, mientras se resuelve el futuro de la cuarta línea.
“Reforzamos lo que ya existe, donde las comunidades nos reconocen”,
declaró Roy Morales, gerente general de ETESA.
La estrategia responde a criterios de eficiencia y menor impacto socioambiental. Modernizar las líneas y subestaciones existentes permite fortalecer la red con menos trabas que construir infraestructura desde cero.
Sin embargo, esta solución no reemplaza la necesidad de expansión a largo plazo..
La transición energética necesita más que contratos
El cronograma de licitaciones es un paso en la dirección correcta: define objetivos, abre oportunidades y señala el camino para diversificar la matriz eléctrica.
Pero sin una red de transmisión robusta, moderna y planificada, los contratos firmados podrían traducirse en megavatios que nunca se consumen.
La transición energética se juega tanto en los generadores como en los cables.
Porque al final, la energía limpia no sirve de mucho si no llega a donde realmente se necesita: hogares, comercios e industrias de Panamá.
Fuentes consultadas:
- La Prensa - Etesa apuesta por repotenciar líneas de transmisión existentes
- Panamá América - Mercado energético reclama la cuarta línea de transmisión
- La Estrella de Panamá - Etesa retira el estudio de impacto ambiental de la Cuarta Línea de Transmisión
- Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (ETESA)
- Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) - Consultas públicas